La edición de 2018 se prometía mejor que la anterior y desde luego íbamos con más ganas. Preparamos más maquetas distintas, más imanes de nevera y otros modelos y objetos que se nos ocurrían. Decidimos remodelar nuestro pequeño puesto para sacarle el jugo a los 2 metros escasos que teníamos: creamos un nuevo mostrador un poco más grande, prescindimos de los dos expositores de vidrio del año anterior y llevamos una estantería acristalada que nos habían regalado (donde se podían mostrar mucho mejor todos nuestros dinosaurios y naves.).
Y la verdad es que la cosa salió muy bien. Hubo más gente interesada y nos felicitaron por algunas de nuestras ideas (como la de hacer brochecillos y botones con los motivos frikis que nos gustan).
